MASTAI 2015 - SAN PEDRO

Ser independiente es difícil, no hay viáticos, los tiempos son otros, y entonces ¿que te lleva a hacer cuatrocientos kilómetros para ver un festival de musica?. La pasión, mueve, y tenia que estar ahí para verlo. Al llegar las calles estaban a fiesta pura, gente bailando todo tipo de musica, desde cumbia, rock, cuarteto, candombe y guitarras en rondas, y mucha buena energía. Voy por mis acreditaciones  y entro.

Ya estaba sonando Damas Gratis y era pura fiesta, el teclado inconfundible haciendo bailar a remeras de Los Piojos, NTVG, Manu Chao, Redondos, etc... Fue algo tremendo, allí caí que lo que estaba viendo era algo genial. éxitos, y sin dejar de agradecer como lo trataba “ese tipo” de público, se fue manejando la propia camioneta de músicos, sin dejar de saludar a todo el mundo, un grande sin dudas.

La modalidad del “Mastai” fue la de dos escenarios uno al costado del otro con una pantalla gigante en medio y otras dos en los costados de cada escenario. Esa modalidad hizo que el break entre bandas no exista. A los pocos segundos de terminar un banda, los acordes llamaban la visual desde el otro escenario. 

Lisandro Aristimuño fue el elegido para que el público transite el atardecer de un Mastai que ya el número era de 30 mil personas. Aristimuño utilizo su tiempo para hacer que el teclado y la cumbia de lezcano quede atrás y nos cambiemos el chip. Correctisimo, su violín, contrabajo, percusión, fue un lindo acústico para descubrir la poesía de Aristimuño.

El sonido de una marcha escocesa, pidiendo sangre de un inglés,  y una horda de fotógrafos corriendo al escenario B, llego la aplanadora, y nada menos que Crua Chan para decir presente. Aun hoy días después del festival, sentado escribiendo esto, no puedo creer  “lo que suena” Divididos. Pasando por una lista de ya “clásicos”, y lo pongo así, porque todo lo que sonó, se canto por todo el mundo. fue lo que mas fuerte y claro sonó de todo el festival, los equipos con números de calles deben ser el secreto, o quizá porque simplemente son de otro planeta.

Turno de Ciro, y los Persas y su publico. Porque si algo pasa con ciro es que todos son parte de un show parafernalico y clasico, banderas y chicas lindas arriba de los hombros, utilizando su repertorio piojoso, sumado a los actuales fueron mas de 2 horas de show, y ciro con su voz, con su armónica, o con su cuerpo, dio lo que su publico fue a buscar.

Cerrando con versión en armónica del el himno nacional argentino, les toca a los notevaagustar, y aun teniendo en mi cabeza como solo tres personas sonaban de la manera que sonó Divididos, los uruguayos mostraron que bien le queda a una banda los vientos, y la pluralidad en instrumentos. Siendo un poco menor de parte del público, fue un set correcto que invito a la gente, de la euforia, a bajar un poco y moverse de otra manera en el pogo. Ideal para esperar a Manu.

Agradeciendo en cada tema, y tambien destacando la “Mastai” del festival, se van y dejan lugar a quien cerraría

Ver a un artista del nivel de Manu Chao es distinto, gente de todas las edades rendidos al ritmo del golpe seco del micrófono de Manu a su mismo pecho, me recordó a vengo a ofrecer mi corazón, un francés ahí en San Pedro cantando por la paz, justo en estos tiempos.. Nota aparte la bandera en contra de la mina en la pantalla de detrás del escenario, siempre comprometido con lo importante manu. Fue el mejor cierre de una jornada tremenda, el crisol de bandas de la fecha fue único, y Manu fué también único en hacer que la gente deje lo que le quedaba de alma en el campo, los micros ya empezaban a calentar los motores, quedaba comer algo antes de volver, eran casi las tres de la mañana, pero ni Manu, ni nadie se quería ir

Crónica : Modesto
Fotos : Mota
Modesto & Mota